A los que se les pasa la vida volando.
A los que no tienen sábados, domingos, fiestas ni feriados.
A los que extrañan a su familia, amigos o pareja… a los que se escapan de todos ellos.
A los que cumplieron su sueño… a los que sueñan.
A los intrépidos temerarios y a los que se les frunce en cada aterrizaje.
A los que chequean cabina cada 15 minutos.
A los que miran el horizonte al regresan con el auto.
A los recién llegados.
A los allegados.
A los que viven las nubes como un cable a tierra… a los que en tierra viven en las nubes.
A los antiguos, a los clásicos, a los inolvidables.
A los de alto vuelo.
A los que partieron a volar más alto.
A los que están esperando… a los que desesperan.
A los “No posta”, a los despistados.
A los que planean.
A los “plan mamá”.
A los glamorosos… a los que recogen el pañal.
A los que hacen cuentas, a los que se dan cuenta, a los que se encuentran.
A los que solo otro tripulante los entiende.
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